Debieron haberme amado más
cada señuelo coordinado
en su preciso instante
y hacer música
desde mis pestañas
hasta mis pies.
Pero no entendieron
que debían descolgar la bandera
desde mis pechos siempre a las diez.
A la hora de la copula
hora, en donde todos mis huesos
se desarmaban
como el teclado de un gran piano
y la pelvis
una gran fuente de mármol
en donde 99 cocodrillos hicieron ruta.
Debieron haberme amado más
flor de loto invisible
reteniendo sus aguas
y sus desbordes.
Individuos
que en sus sombreros alojaron
discursos rosados, besos fatales
carencias y los tacharon en negro
como se tacha el lugar elegido en un mapa.
Debieron haberme amado más
y hacer procesión hasta mi proa
en las tardes de olas inquietas
pudieron todos ser
Campanario
Barco
Tren
Libro
Vaso
Aguijón
Carreta
Escenario Violín y Patria.
Más fui feliz
y los amé...
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