lunes, 1 de agosto de 2011

CELESTIO

Una llegada estratosférica
Yo montada en lunas flotantes, picaflores revoloteando,
Ángeles risueños anunciaban tu venida Pegaso saltarín.
Miles de veces te soñé, arboledas de manzanas rojas en verano
Leche tibia de tantas tardes, detrás de la cancagua, envoltorios de dulces
Encontrados en caminatas me traían tus colores.
Hasta en un globo aerostático me fugué, de la tierra al cielo,
Del cielo a la tierra. Un diminuto orificio en el techo por donde mirar estrellas.
En la noche, aun sabiendo que mis manos no podrían mecerlas a todas.
¡Al fin llegaste! Cruzando todos los espacios estelares azules, de esquina a esquina
Para fundirnos en dulces abrazos que saben a merengue y a plátano…
Mi niño tiene piel tostada, huele a chocolate casero, canta como violín enamorado
De mi entraña. Su voz aquieta las aguas de todos los ríos…
El dibuja escamas en su cuerpo se apronta al mar como hijo de Neptuno
Las olas montan su frágil espalda, mientras yo te presiento desde lejos.
Desde la llegada de mi Celestio, el mar se ha vuelto abundante,
La lluvia solo gotea, el viento es música, las flores danzan mientras él las coge y yo…
Yo simplemente termino mi viaje fecundo por esta tierra bendita, de rodillas dando gracias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

Entradas populares